jueves, 24 de julio de 2008

Desea bailarina Alicia Alonso vivir 200 años. Fue la primera bailarina no eslava ni anglosajona que interpretó Giselle.

La casi nonagenaria bailarina y coreógrafa cubana Alicia Alonso dijo que espera vivir 200 años más, en vísperas de una visita que inició mañana a Venezuela, donde ultimará los detalles de la presentación del ballet Giselle."Hay tanto por hacer, conocer y dar a los demás", confesó la directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC) en una entrevista publicada por el diario caraqueño El Universal, al que le insistió en que le gustaría poder vivir dos siglos más.

Alonso, nacida en 1921 en La Habana (Cuba), ha recibido multitud degalardones y distinciones en escenarios de todo el mundo, comoresultado de una dilatada carrera artística que la ha llevado a serconsiderada la mejor bailarina latinoamericana de todos los tiempos.

La cubana llegó a Venezuela, en lo que supone su séptima visita al país tras 15 años de ausencia, para la representación del Giselle que monta el caraqueño Ballet Teresa Carreño con bailarines de su compañía, y para participar también en un homenaje al bailarín y coreógrafo venezolano Vicente Nebrada (1930-2002).

Alonso fue la primera bailarina no eslava ni anglosajona que interpretó Giselle, al principio en el antiguo Metropolitan Opera House de Nueva York en 1943, si bien siguió con el papel por 50 años más con un gran éxito de crítica y público."Era un papel que yo amaba, lo había estudiado detenidamente (...) es uno de los personajes que me ha brindado mayores satisfacciones artísticas", rememoró Alonso en su entrevista, más de seis décadas después de aquel estreno.


La bailarina cubana inició su carrera en Estados Unidos, antes de fundar en 1948 la compañía que más tarde pasó a llamarse Ballet Nacional de Cuba, hoy considerada una de las mejores compañías de ballet clásico del mundo, junto con la Opera de París, el Royal Ballet de Londres, el American Ballet Theatre y el ruso Ballet Bolshoi.


En la década de los 50, Alonso intervino como primera figura del Ballet Ruso de Montecarlo, con lo que se convirtió en la primera bailarina occidental invitada a bailar en la Unión Soviética.A partir de los 60 realizó giras anuales por diversos países de Europa occidental y oriental, Asia, Hispanoamérica y Canadá, y su estrecha relación con España quedó sellada en 1992 al recibir la cátedra de danza que lleva su nombre en la Universidad Complutense de Madrid."Tuve que enfrentar no pocos prejuicios, hasta tal punto que por motivos de promoción e imágen trataron de cambiarme el nombre por uno ruso o sajón. Yo me negué absolutamente y con mi trabajo artístico tuve que echar abajo muchas barreras", recuerda la también conocida como Ernestina de la Caridad Martínez y del Hoyo.


El BNC informó el pasado 9 de julio en un comunicado que la visita deAlonso a Venezuela servirá para que las autoridades culturales del país le rindan homenaje a la directora y al colectivo de danza cubano en su 60 aniversario.


La adaptación de Alonso de Giselle, sobre la original de Jean Coralliy Jules Perrot, está catalogada como una de las más logradas y será interpretada por las bailarinas venezolanas Cristina Gallardo y Cristina Amaral y por los cubanos Joel Carreño y Javier Torres.


Alonso fue nombrada "Doctor Honoris Causa" por la Universidad deValencia (España) y por la de Guadalajara (México), recibió en 1998 la Orden "José Martí", la máxima distinción de Cuba, y desde 2002 estambién embajadora de buena voluntad de la UNESCO.

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