jueves, 23 de octubre de 2008

Danza y canto se conjugaron en esta “Noche de Strauss” en su transitar por estas tierras potosinas


Por. Roberto A. Valenciano Capín

Llegó a tierras potosinas el espectáculo dancístico-musical denominado “Noche de Strauss” a cargo por integrantes del ballet de Budapest y los solistas de la Opereta de Viena, bajo la dirección de András Nadasdy, al tener como escenario el Centenario Coloso de Villerías.

A pesar de las expectativas creadas entorno a esta puesta en escena entorno a este extraordinario y virtuoso vienés orgullo de Austria las cumplió cabalmente al llenarse este recinto cultural.

Un evento cultural que fue programado por el Departamento de Difusión Cultural de Nuestra Máxima Casa de Estudios, fue del agrado del público que sin más acudió a deleitarse y disfrutar de este digno espectáculo presentado por esta agrupación originaria de Hungría.

Un programa que estuvo conformado por una fallida combinación de ballet y bellcanto, al no mantener esa energía en escena, pero aun así se destaca la presencia e interpretación de la soprano Brigitta Karwautz, por cierto con un bello vestido azul turquesa, con sus salpicadas de buen humor unidas a la caracterización de sus personajes sobre las piezas de Franz Lehar, E Kalman y J. Strauss, acompañada por el tenor Heinz Hartel y la pianista Isabella Happenhofer, del conservatorio de Viena.

Con un cuerpo de ballet que estuvo conformado por catorce bailarines, quienes con elegancia, precisión, alegría y oficio demostraron al espectador el disfrutar los famosos valses, polcas y marchas de este genio vienes, al bailar el vals del Emperador, las voces de la primavera, la vida artística, truenos y relámpagos-que involucro más al respetable- y el Danubio Azul. Siempre ataviados con bellos, vistosos trajes y vestidos, al compás del inconfundible y original estilo “vienense” que generaron los aplausos del respetable por su interpretación.

Una puesta en escena que careció totalmente de una creación de una atmósfera sugerente y mágica que sin más conlleva este circunstancial estilo, al volverse parca con una sola iluminación en casi toda la función, solo al final cambió, al presentarse como acto final con una de sus más famosas obras, como es su- Danubio Azul-, sin olvidar el omnipresente piano en su costado izquierdo del escenario durante toda la función.

Para sin más cerrar este noche como un homenaje mas a uno de los compositores más representativos del pleno romanticismo con un cálido aplauso del respetable por este persistente trabajo y fantásticas ideas de su coreógrafo y director András Nádasdy, quien por cierto ha sido aclamado por la escena musical tanto húngara como internacional.

Sin más congratularon con un extendido aplauso, para regalarles al respetable dos encore; -la sangre vienesa- una pieza musical a dúo y dancísticamente - la triunfal Marcha Radetsky, de esta forma dejar con un grato sabor de boca a los presentes.

En otra orden de ideas, se les hace una cordial invitación para festejar la gran trayectoria artística y de difusión de la querida y estimada cantante Magdalena, en un emotivo concierto que se llevará a cabo este Martes 28 de Octubre en el Patio Central de Nuestra Máxima Casa de Estudios-Edificio Central de la Universidad-, en el cual se contará con la presencia de sus entrañables amigos como lo son: Jorge Saldaña, el Chino González y muchos más. Se les recuerda a todos aquellos gustosos de la música romántica y la bohemia que la entrada es gratuita. Así que no falten y sean parte de este merecido homenaje a esta bella mujer y persona como es Magdalena Vázquez Baconnier.

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