martes, 17 de febrero de 2009

Queen Sinfónico. Un concierto su generis que dirrime lo clásico con el rock



Por: Roberto A. Valenciano Capín.

Como decía José Vasconcelos: “Un libro, es como un viaje, comienza con inquietud y termina con melancolía” o nostalgia agregaría. Pero quizás esta idea pueda ser suscrita y trasladada a lo musical, al añadirle sin preámbulos dentro de este tenor, que un buen libro- en este caso, concierto, se abre con emoción y se cierra con mucho provecho. Eso fue lo que ocurrió con este sencillo pero contundente sacudimiento, llena de placenteras y convincentes amalgamas musicales a través de este peculiar concierto titulado "Queen Sinfónico"que tuvo como escenario el Coloso de Villerías.


Un singular concierto sinfónico que fue compartido por tres entidades musicales para unirse y darle vida a este interesante proyecto; Quinteto Britannia, la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosi y el Coro de la OSSLP que dirige el Mtro. Jesús Manuel Vargas Carmona, todos bajo la atinada y energética dirección del director huésped mexiquense, Alfredo Ibarra.


Un concierto que causó mucha expectativa entre los gustosos de la música, al tener llenos totales en sus dos funciones programadas dentro de su temporada de la OSSLP, dejando un gran hálito en aquellos que pudieron disfrutar de este peculiar concierto y dejar latente la tentación de aquellos que no pudieron ser parte de este singular puesta en escena.


Desde la primera llamada se notó ese ambiente festivo y algo muy especial se sentía en el ambiente entorno a este recinto multifuncional, desde los primeros acordes se notó la perfecta complementación de las esencias tanto inglesas como mexicano, a través de la tríada; Britania, OSSLP y el coro, para además degustar de la cohesión o fusión si es el caso de lo electrónico con lo acústico-sinfónico-, gracias a la dirección del Mtro. Ibarra quien logró esa ecualización de emotividades y sensaciones que inundó plácidamente a los gustosos de este particular estilo de hacer rock muy a la inglesa..


Sin más, se rompió esa incertidumbre con las primeras delectaciones de la excelente obra-ícono como es- Bohemian Rhapsody- bajo el excelso coro potosino y acompañado por un energético y bien digitado solo de guitarra por Gerardo Díaz Meraz, para complementarse y ser a la vez una sola voz en la simbiosis de los Britania y la OSSLP, para generar un ambiente que se tornó como ser parte de un concierto de rock.


Al compaginarse exquisitamente con la banda y la Orquesta“Bohemia Rhapsody”, “I want il all”, “A kind of magic”, “We will rock you”, “Flash” e “Innuendo”. en una primera parte, para abrir la segunda parte con una pieza reflexiva y de tintes nostálgicos titulada"El último Horizonte" dedicado a la memoria de Marcita Rodríguez, para proseguir con Another ones bites the dust, Somebody to love, Save me, Killer Queen, I want to break free, Radio ga ga, Crazy little thing called love y terminar con su himno We are the Champions. Pero no todo quedo en la calidad y emotividad de lo bravos en pie, sino pedir otra nuevamente y complacerlos con - Crazy Love Thing called love- y -We are the champion- ante el impulso espontáneo del público que sacudió este recinto con el peculiar golpeteo con los pies y manos de esta pieza y de esta forma cerrar este edición musical.


Cabe señalar que, a pesar de la conformación original del grupo, esta fluyo e impregno de una forma muy peculiar en el crear ese vínculo musical entre público y ejecutantes. Al destacarse el Mtro. Alfredo Ibarra por romper el protocolo tradicional de los conciertos sinfónicos, al invitar a la audiencia en involucrarse en el espectáculo, pues con su energía desbordó el entusiasmo entre los mismos atrilistas, para que algunos rompieran el protocolo para disfrutar, bromear, bailar o hasta cierta coreografía y en momentos dar esa sensación de estar en un concierto de rock.


A pesar de la adrenalina y la emoción que aun corría por la gran recepción de los protosinos por este singular concierto, el director huésped Mtro. Ibarra nos comento que no le fue dificil y natural trasladar un lenguaje del rock al lenguaje sinfónico, "ya que es una conjunción feliz, porque se reconocen a las piezas en su forma original y yo creo que ganan en su vestimenta sinfónica y además con la parte coral queda con todos lo ingredientes. Aquí el reto es hacerlo algo balanceado, porque si dejamos que solamente el grupo suene, ahí podríamos tenerlos como de marco, pero no, pero en vez de ser un marco que este rodeando la pintura debemos tener una relación muy eficaz entre orquesta, entre solista, grupo, entre coros y los diversos solos del ensamble orquestal".


En cuanto a la importancia entre la conjugación de lo orquestal y la música popular respondió que esta pregunta que tiene varios ángulos. "El primero es que con el paso del tiempo se fue sacralizando el mundo sinfónico y olvido que Haydn, Mozart, Bartok tomaron como fuentes de sus obras orquestales en muchas ocasiones música vernácula o música popular de su época. Con toda proporción guardada es algo que no esta totalmente ajeno no es algo que se este descubriendo el hilo negro, eso ya se ha hecho sistemáticamente, pero en cuanto viene el mundo de la reproducción mecánica de la música-discos, radio, cedes-la frontera se hizo casi insalvable entre la música popular y música clásica; cada bando se fue alejando más y surgió la tendencia del croosover con mayor fortuna que otras, pero si ésta bien hecha, no creo en el género sino más bien en la calidad del material musical".


"Es como si me dieran por primera vez cualquier obra orquestal, exactamente es el mismo proceso con la dificultad adicional del balance entre instrumentos que tienen que ser amplificados electrónicamente y los instrumentos acústicos y la voz humana. Tenía ese reto adicional pero es exactamente lo mismo como la primera vez que abrí mis partituras de Beethoven, Mozart o de Brahms y, no hay atajo para ellos, hay que estudiar nota por nota" señalo en cuanto ala dificultad de dirigir este tipo de proyectos que le gusta mucho hacerlo.


Se considero que no forma banda de los ortodoxos, puritanos y ultraconservadores, "ya que si la música tiene calidad, el género viene en un segundo plano. Hay sinfonías que no por ser sinfonías son necesariamente de calidad, hay sinfonías muy malas y canciones muy buenas, si el género va a pesar sobre la calidad intrínseca de la música tenemos un problema. Dicha de otra manera, si la materia sonora reúne los mínimos estándares de calidad el géenro queda en un segundo término, no importando si es zarzuela, ópera, ópereta, rock, canción vernácula, o una sinfonía de estreno, tiene que ser de buena calidad".


Al preguntársele por ¿Cuál sería su tema favorito de este programa? respondió sin preámbulos que es un corazón de condominio, porque la que le gusta más la que esta en el momento. "Porque si no tienes el peligro de ser demasiado parcial y tendencioso, te vuelves juez y ´parte yu tienes que ser un vehículo para..."


¿Qué le significa Queen? señalo que en realidad no le tiene que significar mucho. "Yo creo que crearon música en su género y en su vertiente más allá de la moda y más allá del gusto inmediato, más allá de los requerimientos de una empresa discográfica. Entonces por eso su mpsuica ha trascendido y muchos de los éxitos que todavía son cantados por generaciones jóvenes-adolescentes-, son temas que ya tienen veinte o treinta años; entonces en el mundo de la industria pop donde todo se mide por semanas y por volúmen de ventas el que haya una trascendencia de un año y no digamos veinte o treinta años, hablamos de una calidad en su obra".


De ahí que este Queen Sinfónico sea una forma de atraer a gente que normalmente no asiste a una sala de concierto y a quienes si asisten habitualmente hacerles ver que hay algo más allá del mundo habitual, finalizo esta pequeña charla con este sencillo director de orquesta.


Para el violinista, guitarrista del Quinteto Britania, Marco Antonio Díaz Landa representa" una experiencia muy diferente a las que estamos acostumbrados a escuchar, porque es admirable y asombroso escuchar a una orquesta sinfónica o-en su caso-escuchar a un coro o aún solista u otro tipos de agrupaciones" y dijo estar muy feliz por el gran recibimiento a este esfuerzo por hacer este tipo de proyectos.


Al destacar que para interpretar a Queen es muy díficil tanto en la cuestión en la forma en que fue conceptualizaron su música en el estudio de grabación, "porque de hecho se necesita un coro. Ya que Queen utiliza mucho la armonía coral a tal grado que ellos mismos hacían los coros. Por lo cual, par que un grupo repitan lo que ellos hicieron en un estudio es muy difícil, por eso es casi no hay grupo que toquen a Queen o tocan en su caso cancionmes muy limitadas como- amorcito loco- que no requiere de un coro o muchas guitarras".


De esta forma hablamos del transitar por un rock de muy buena manufactura con el plus sinfónico en estos dos días por tierras huachichilas, donde la esencia de una banda ícono dentro del rock mundial como es este cuarteto londinense, conformado por: Brian May en la guitarra, Roger Taylor en la batería, John Deacon en el bajo y Freddy Mercury su inigualable feeling que se transmina en una peculiar voz, donde sin más trasciende como un sencillo homenaje de altura, sino más bien decir aquí esta la legión a través de este quinteto mexicano que lo hace dignamente.


El Quinteto Britania, conformado por Marco Antonio Díaz Landa (guitarra acústica, piano y arreglos orquestales), Manuel Fernández Sánchez (bajo eléctrico), Gerardo Díaz Meraz (guitarra principal), Carlos Pérez, (teclados) y Adalberto Díaz Landa (batería y percusiones).

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