domingo, 27 de junio de 2010

Excelente conjunción musical de Vladimir Petrov y Miguel A. Fajardo Vega en el Palacio Municipal

Por: Roberto A. Valenciano Capín

El joven pianista Vladimir Petro vuelve a confirmar esos lazos con aquellos que gustosamente siguen su proceso de este talentoso pianista, después de ausentarse por ocho meses por estas tierras del Tunal Grande, al ofrecernos el pasado jueves un implecable concierto en el bello patio interior del Patio del Palacio Municipal.

Con un lleno total el joven pianista ruso-mexicano compartió esta sesión musical con el violinista potosino Juan Miguel Fajardo Vega, al deleitarnos por primera vez este programa en esta capital potosina.

Dio inicio con una de las singulares obras del genio alemán Johann Sebastián Bach, del libro 1 No. 13 del fundamental clave bien temperado, para proseguir con la sonata K 332 No 1 en su primer movimiento de Wolfang Amadeus Mozart, al deleitarnos entre el acucioso aplauso de su público, al hacer la invitación de ser acompañarlo por el violinista e interpretar un bien ensamblado, la Sonata para violín y piano " la primavera" en su primer movimiento de Ludwing Van Beethoveen.

Prosiguió con un diletante y sugestivo " sugestión diabólica " de Sergei Prokofiev, para continuar con un desenfadado pero divertida pieza dentro del fox trot, "entertainer" de Scott Joplin bajo el acompañamiento del violinista potosino, el cual fueron aplaudidos por varios minutos por el respetable, degustar con el "Rondó Capriccioso" de Félix Mendelssohn y terminar esta velada musical con el "Estudio de concierto No. 6" de M. Moszokowski.

Entre una oleada de aplausos y vitorearon a estos jóvenes músicos que se han distinguido por el respeto y el amor hacia la música.

Un Vladimir Petrov que llega desde tierras Rusas en donde estuvo tomando clases y así como ofreciendo varios conciertos. En esta sesión queda de manifiesto su calidad interpretativa, donde no solamente aborda con una excelsa interpretación, sino también se nota una madurez en afrontar las obras misma, dándose a entender de un mejor conocimiento del mundo musical, así como del aspecto interpretativo.

Otra de las virtudes plasmadas en este concienzudo estudioso de este instrumento percutido, es la gran soltura interpretativa, aunado a un excelente manejo de los tempos y silencios, al entender e interpretar a los compositores.

Al constarnos que después de haber disminuído la adrenalina, los autógrafos tanto de gente mayor o de aquellas chiquillas que se sonrojan por el mismo acto de pedir y alentar al joven pianista por su concierto.

El sonriente Vladimir, sin más es llamado por el piano mismo, para dejarse perder entre sus notas y tocar por al menos más de una hora, bajo el aliento de su madre y hermano, para pararse, cerrar el piano y de esta forma acabar su diálogo con el mismo.

Solo basto llamar de una forma alegre y con cierto aplomo a su hermano, para buscar de una forma divertida una salida y de esta forma tomar rumbo a su casa; para sin más volver a ser el niño tranquilo y con una sonrisa permanente. En esta ocasión, no perduro el calificativo de "el diablo" como le llama cariñosamente el Dr. Torre, Para quedar, simplemente como una simple anécdota.

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