lunes, 31 de octubre de 2011

El flamenco pierde a una de sus voces más populares con la muerte de Cándido de Málaga



El mundo del flamenco ha perdido a una de sus voces más populares con la muerte, este fin de semana, de Cándido de Málaga. Un artista que inmortalizó el cante de los jabegotes al plasmarlos en un trabajo discográfico a mediados de la década de los 60 del siglo pasado. Nacido en el barrio de El Perchel como Cándido Castro Padilla el 6 de enero de 1928, el artista falleció el pasado domingo en Rincón de la Victoria, municipio en el que residía desde hace años.

Un artista que destacó por su interpretación de saetas, los cantes de ida y vuelta y los jabegotes, cante típico de la provincia que él plasmó en una antología flamenca.


Cándido de Málaga se acercó al flamenco de la mano de José Muñoz, el Pena Hijo, allá por el año 43, en el desaparecido Málaga Cinema, tal y como recordaba ayer el flamencólogo Gonzalo Rojo. Debutó en una compañía en la que figuraban, junto al Peña hijo, el Niño de la Ribera, Andrés de los Castillejos, la bailaora Custodia, el Calderero como guitarrista y el humorista Alberti. Con este grupo adquirió su primer nombre artístico de Niño de Vallecas, que luego cambiaría por el de
Cándido de Málaga cuando fijó en la Costa del Sol su residencia definitiva.


Cándido de Málaga ha trabajado con artistas como Juanito Valderrama, Antonio Molina, Pepe Blanco, Carmen Morell, el Dúo Dinámico, Carmen Amaya, Dolores Vargas 'La Terremoto', Rafael Farina, Chacho o Peret. Además de recorrer toda la provincia y parte del país para dar a conocer su arte, sobre todo en barcelona, tuvo la ocasión también de actuar en Canadá y Estados Unidos con una compañía que montó Maribel Sainz de la Maza y en la que figuraban también los hermanos Duende, Mariano y el guitarrista Diego Vargas. Gonzalo Rojo recordó ayer también la «voz melodiosa» de Cándido de Málaga, en cuyo repertorio sobresalían las saetas (ganó varios concursos dedicados a este palo), los cantes de Málaga y los cantes de ida vuelta como las colombianas o las guajiras.


Por su trabajo, Cándido de Málaga conquistó un sinfín de concursos de saetas, un género en el que el artista se sentía muy cómodo, de cantes de Málaga y de flamenco en general. Además, grabó con los sellos discográficos especializados Belter, Diresa, Columbia y Fonodis. En sus últimos años, tuvo una intensa labor colaborando en diferentes peñas flamencas, festivales veraniegos y otros eventos.

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