viernes, 20 de julio de 2012

De quimera a quimeras a pesar de la calma antes de...


Foto: Alex Martínez/ Lúmen Flujo Cultural
Por: Roberto A. Valenciano Capín

Sin lugar a dudas cuando se dan esos procesos o formas para no solamente entender el proceso creativo sino el de compartirlo a través de un formato entendible, aunado a esa búsqueda de otras instancias - relaciones- en relación con  posibles espectadores-nuevos públicos- como lo propone la compañía canadiense The Quimera Project con  la presentación de la obra:  “The calm before…” (la calma antes de…). Bajo la  dirección de la coreógrafa y fundadora, Malgorzata Nowacka, como marco de su temporada “Perfiles Internacionales”.

Todo esto viene en razón a la búsqueda de "la creación de obras que llevan a una excitante experiencia estética y kinética, a través de temas de peso y un intenso trabajo físico".

A pesar que desde temprana hora ya había fila para ser parte de esta propuesta dancística y a la vez ser testigos de "buscar impactar al público mexicano y dejar precedente de por qué sus obras han obtenido premios y reconocimientos como el Top 10 de los mejores espectáculos de danza del año, por el diario The Globe and Mail de Canadá y la revista Ahora de Toronto.

El foro de este Coloso de Villerías lucía completamente lleno y con muchas expectativas de los ahí presentes a lo que se va a presentar y de cierta manera compensar un poco lo gris que ha sido esta edición danzaria, pero oh sorpresa da la vida...

Sale a escena un personaje, quien sin más aclara que él no quiere estar aquí y reiterar que en donde esta la salida, para sin más ser refutado por otro personaje que transgisversa lo dicho y simplemente le señala la salida y remarca con una bienvenida y despedida.


De esta manera, detona una seriación de micro historias entorno al miedo, causando las risas del público por las situaciones actorales planteadas en escena y a la vez ser anunciando  a través de cartelones la inercia de lo que será este planteamiento coreográfico.

Sorprende al principio y que en su momento podría ser un aliciente para ser parte de estas historias planteadas por esta compañia canadiense, al ofrecer de manera inicial el manejo de un movimiento coreográfico consecuente por  su dinamismo, energía e interesantes búsqueda en cuanto a la investigación de movimiento e interpretación de sus bailarines, aunado a una estética escénica a través de una sugestiva iluminación.

Pero desafortunadamente fueron pasando los diferentes miedos  Como: Prólogo, miedo a cruzar la línea, miedo a ser tocado, miedo a la oscuridad, miedo de hacer el ridículo, miedo a cometer errores y un final en rojo con miedo a la muerte. Por consiguiente se cayó en una linealidad que en momentos abruma e incide en el tedio.

Por lo cual, esta previsibilidad provoca y refleja en cuantos al planteamiento de movimiento una clara obstinación del coreógrafo por un movimiento y de esta manera truncar su propia dramaturgia y por consiguiente esa exploración de diálogos corporales, patrones de movimiento muy orgánico, teatrales y vigorosos que se sustenta la obra.

En cuanto  a sus intérpretes, se decanta hacia una frugalidad de  sensaciones detentada por la agilidad, fuerza y una excelente técnica clásica y contemporánea, así como  ser complementarla con elementos de la acrobacia dentro de su discurso de movimiento, dejándola entrever como el mismo como virtuosísmo y no como un detonante de una acción, aunado de incorporar elementos de lo urbano con el break dance.

Dejando a un lado,  una premisa sustancial como es el arriesgar que el público lo hizo palpable al removerse en sus butacas, otros checar sus celulares, otros buscar el momento para salir de este foro, otros simplemente observan, se asombran ante lo reiterativo.

En momentos destaca más la música  que a pesar de estar en un segundo plano que fue envolviendo la atmósfera, aunque en momentos se vuelve solamente una sugerencia. 

Un infortunio más que queda de manifiesto, el descuido de elementos significativos como es la iluminación, así como los focos, un trazado que se vuelve estático, como la cortina en relación al movimiento de los bailarines, así como la claridad de ser amena, ya que no hay que olvidar que esta dirigida a nuevos públicos .



Nuevamente queda confirmado, esa extraña percepción del gustoso de la danza que lo extranjero es susceptible de provocarte y ser partícipe de la construcción de la danza desde tu asiento, pero no todo es así.

A pesar de abarrotar este recinto cultural potosino, al final se dio el agradecimiento por este trabajo del público a través de un aplauso tibio y por ahí unos insípidos bravos.

Una noche más y esperamos ser testigos del devenir dancistico que se esta desarrollando actualmente en estas tierras del Tunal Grande, con la presencia de ocho proyectos.

De esta manera, rememorar una parte sustancial de esta fiesta de la danza planteada por su creadora la Mtra. Lila López, como es la apertura y convivencia de jóvenes propuestas dancísticas con aquellas con trayectoria.

No hay comentarios: