martes, 16 de julio de 2013

Interesante función de graduados de danza contemporanea de la estatal de danza potosina


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Dos perspectivas de ver y entender la danza se conjuntaron para ser refrendada por los integrantes de esta generación 2009- 2013 de la licenciatura de danza contemporánea de la Escuela Estatal de Danza en esta entidad potosina, teniendo como testigo el Coloso de Villerías.
 
- Miss Ausencia- de Eleno Guzmán y -¿Y si el miedo es azul? de Bárbara Alvarado, son los trabajos coreográficos propuestos por esta generación de jóvenes coreógrafos mexicanos.


Un tendedero de ropa al fondo entre el bullicio de un grupo de chavos que conversan, fanfarronean y sin más uno de ellos se aleja y empieza a lanzar pares de tenis- zapatos- al procenio, los cuales dan cuenta los demás y son recogidos con ahínco por cada uno de los bailarines, para así darse una serie de situaciones que van desde el desdén hasta la in-cierta compañía, como entidad social.
 
Se podría  pensar que en un momento se planteara como un divertimento, pero que en el transcurso de la misma se ve que va hacia esa directriz de ir recreando esta conversación y a la vez ir construyendo y re construyendo desde la formalidad misma  hasta el in-voluntario toques de humor y cierta ironía,  al quedar plasmado al parodiar una clase en este centro formativo, o la alusión de la vanidad de colocar una banda alusiva a las mises de la inmediatez y de esta manera dar visos de una personalidad entorno a las diversas realidades expuestas en el escenario.

Siendo así,  Guzmán logra entretejer de manera muy puntual un discurso dramático y escénico, así como  conjugar los diversos lenguajes sustentado en las facultades y virtudes de sus bailarines.
 

A pesar de la diatriba en cuanto a la cierta inconsistencia en cuanto a la capacidad interpretativa de una de las generaciones más numerosas graduada de contemporáneos de la Escuela Estatal de danza a través de este mosaico de escenas y símbolos.

Una mirada hacia la dualidad del tiempo y  la memoria misma, a partir no solo del cuerpo sino del mismo cuerpo social del cual formamos parte. "Ya que nos dice que en la historia de uno habita la historia de todos".on atmósferas bajo el trazos de lo púlsico.
 
 
 
En contraposición, una vuelta de tuercas, al ofrecer este trabajo propuesto por Bárbara Alvarado, bajo el tiento de un lenguaje más técnico, el cual se destacan más por la flexibilidad del movimiento, sin hacer dejo de su pulso, secuencias de movimientos enérgicos, en donde la velocidad combinada con la precisión logra mantener
siempre atento a las diferentes situaciones  de lo que ocurre en tu-su- propio entorno y la incertidumbre a lo desconocido y perder  a lo que tenemos.

Aun así, no se contrapone a esa faceta de  humor y frescura expuesta por estas situaciones que inciden en momentos en desplegar la sonrisa, pero aun así el pulso de la misma recae en  el sentido de pertenencia en esta gama de colores . 
Pese al claroscuro que en momentos imposibilita el pleno disfrute de este detonante de acciones, sin embargo florece la disponibilidad para ello, el goce se acrecienta gracias al oficio de dialogar a través de discurso escénico a través de incursionar en el lenguaje teatral y
sin lugar a dudas,  la intención de esta función generada por los mismos graduados  de que el público tenga una experiencia particular de la danza.
 
Esta generación esta integrada por: Miguel Baltazar, Elena Rico,  Omar  Oliva, Esther Rodríguez, Francisco Ríos, Nallely Torres, Alexandra Espinoza, Cinthia Gómez y Carolina Oliva.
 
Complementado por el emotivo discurso de bienvenida a cargo de la L.D.C Rebeca Quintanilla.





 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

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