lunes, 21 de octubre de 2013

Se presentaron con gran éxito la “Gala de Jóvenes Talentos” en el IPBA.


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Bajo el talante de la "Gala de Jóvenes Talentos". Solistas de la Fundación Caritativa Internacional de Vladimir Spivakov,  el Centro de Difusión Cultural “Raúl Gamboa” vibro con el talento, la precisión y el talante de estos tres jóvenes músicos virtuosos: Vladimir Petrov (16 años) en el piano, Dmitry Borodin (9 años) en el violín  e  Iván Vishnevsky (16 años) en el clarinete.
Al ofrecer un programa de summa riqueza de exploración musical, al desplegarse desde el pulso contemporáneo a lo clásico.

Con una gran elocuencia sonora e interpretativa de estos jóvenes que   hicieron vibrar al público bajo estas excelentes versiones por un programa compuesto por obras de: Ysaye, Prokofiev,  Stockhausen, Scribian, Barkauskas, Brahms y  Liszt.

Con aplomo, llega al escenario el más joven, Dmitry Borodin  para repasar rápidamente la obra y sin más interpretar con tal prestancia la Sonata para violín solo  No. 3 en Re menor , Op. 27/3  del violinista y compositor belga, Eugène Ysaye.

Por cierto, una obra dedicada a Georges Enesco, es la tercera de la serie y una de las más breves de la colección, sin duda debido a su gran virtuosismo. El sobrenombre de "Ballade" deriva de la segunda parte, una especie de marcha antigua adornada de imponentes arpegios y que fue bien resuelta interpretativamente por este joven violinista.

 Continuar con la Sonata No. 7  en Si bemol mayor, Op. 83 de Sergei Prokofiev con sus tres tempo:  Allegro inquieto, Andante caloroso y Precipitato, interpretado por el pianista Vladimir Petrov.

Una obra que ya se había tenido la oportunidad de ser escuchada hace meses por este joven pianista al ser parte de su preparación a este importante Festival de Música en Mauyen, dedicado al Maestro Denis Matsvev Irkutuk, en donde se presenta los más importantes músicos de Rusia, el pasado mes de Septiembre.


En esta ocasión, una ejecución que se logra percibir mayor aplomo en conjunción con un mayor entendimiento en este  encuentro con un Prokofiev apasionado, que en momentos  Vladimir lo logra con gran acierto  esta compenetración con este doliente dramatismo que le exige la obra e incluso su violencia intensa y muy descriptiva que es llevada bajo la pulsación demarcada por el propio pianista y nuevamente es llevada a buen puerto.

Para cerrar esta primera ronda, con la presencia del clarinetista,  Iván Vishnevsky y ofrecer la obra -In freundschaft- En amistad-, de Stockhausen.

El título in Freundschaft (en amistad) no viene solo dado por la amistad de K. Stockhausen con Suzanne sino también por todas las relaciones más allá de la música.



En donde el joven el clarinetista,  Iván Vishnevsky, toma con arrestos esta interesante obra de suma contemporaneidad, llena de matices, acentos y jugueteos tímbricos y sonoros, en momentos parecía una coreografía, reflejo en una de las acotaciones marcadas por el compositor: Cada una de las líneas de la fórmula ha de interpretarse con el instrumento hacia un lado: derecha, izquierda y trinos en el centro

Stockhausen llama a su método aquí "polifonía horizontal", e indica que se requiere "un arte especial de escuchar".  Esto es sin duda cierto, pero también se puede sumergir en el flujo y disfrutar sin ningún tipo de preparación especial.  Cualquier conjunto de oídos sensibles conectados a un cerebro y mente sensata sensato abrir el mundo de "In Freundschaft" al esplendor de las guirnaldas de tonos clarinete espiral, en las ondas y vibraciones de las compresiones del pilar desplazamiento de aire en su interior instrumento.
Con el Preludio y  nocturno  para la mano izquierda  sola. Op.9 de Antonin Scribian, tocado por Vladimir Petrov. Quien tuvo como antesala a esta obra las pausadas campanadas de la iglesia cercana a este recinto cultural.

Una sinergía plena,  a pesar de ser un romanticismo melancólico más que arrebatado, de una pasión controlada que deja volar la imaginación a través de la fantasía y del colorido sonoro, expuesta de forma emocionante, clarificadora y transparente en una versión sublime.

Con la partita  para violín solo del compositor  V. Barauskas, interpretada por el joven Dmitry Borodin aborda sin preámbulos este carga plena de romanticismo en conjunción con el despliegue de una gran técnica que hizo vibrar a muchos de los presentes.



Un despliegue sonoro a través del dueto de Vladimir Petrov en el piano y  Dmitry Borodin  en el violín, dominaron con aplomo, ser testigos de esta diálogo y entendimiento para decantarlo en el primer movimiento de la Sonata  No. 3, Op.  108 de Johannes Brahms

Y finalizar con  el Vals Mephisto de Franz Liszt por Vladimir Petrov.    
 
Una obra que sin mas la hizo suya,  al jugar y pulsar a su tiempo esta obra que es considerada de una belleza arrebatadora, sensual, erótica, mórbida, con un punto de desquiciamiento vanguardista que, en efecto, lo sitúa a la sombra de algo mefistofélico, diabólico
 
Para ser correspondidos con  un largo y extendido aplauso del respetable y ser correspondido con una contagiante sonrisa de estos adolescentes músicos rusos.

Así como un reconocimiento de su participación de manos de la Lic. Laura Elena González, directora del Instituto Potosino de Bellas Artes.

La Fundación Spivakov establecida en 1994, dicha fundación está dirigida al apoyo de jóvenes talentos en las artes y a la creación de condiciones favorables para su crecimiento creativo.

Así como también organiza anualmente 10 mil conciertos en Rusia y todo el mundo, además de becar alrededor de 2 mil 500 artistas, de los cuales 800 han sido galardonados en los más prestigiados concursos y festivales internacionales
 
La Fundación Spivakov forma parte de una serie de organizaciones nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito de la cultura musical, teniendo la oportunidad de recorrer diferentes espacios en los que muestran la enorme calidad, dedicación pero sobre todo aprecio hacía la música consiguiendo así que el público se exponga a sus sentidos de una manera pocas veces vista.

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