jueves, 16 de abril de 2015

Guillermina Bravo será homenajeada en Bellas Artes




Por: Víctor García Esquivel
 
“Generosidad” y “rigor” son palabras que describen a Guillermina Bravo (1920-2013), quien será homenajeada este jueves 16 de abril en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a través de un “conversatorio” en el que participarán allegados de la bailarina como Luis de Tavira, Mario Lavista o Rossana Filomarino.
Uno de sus bailarines cercanos, Orlando Schecker, actual director del Colegio Nacional de Danza Contemporánea (Conadaco), del Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenedac), la recordará con estas dos palabras, mismas que detalla en las páginas de Guillermina Bravo, testimonial.
Se trata de un libro coordinado por Elizabeth Cámara, directora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza), en el que se reúnen las voces de quienes la conocieron y trabajaron con ella; el cual será presentado esa misma noche.
El trabajo se conforma por una serie de entrevistas y textos realizados por investigadores del Cenidi-Danza a personalidades que tuvieron una estrecha relación con la coreógrafa; desde bailarines, escenógrafos y músicos, con un prólogo escrito por Luisa Josefina Hernández, en el que habla de la buena relación que existió entre ambas, que se fortalecía por la pasión en el trabajo logrado.
“Ella reconocía el trabajo de los bailarines sin necesidad de expresarlo verbalmente, más bien lo externaba mediante los papeles que le asignaba a cada uno en una presentación, a partir del trabajo que uno mismo sabía hacer”, explica en entrevista Orlando Schecker.
Además de considerarla una madre, el bailarín subraya que su exigencia para con los alumnos era desde la óptica de cualquier disciplina profesional, pues estaba al pendiente de que todos mantuvieran un peso adecuado, que fueran al médico constantemente y tuvieran una buena alimentación.
En este sentido, para Schecker la misión del Cenedac es darle continuidad al trabajo que dejó Guillermina Bravo, mismo que no sólo permanece en la danza contemporánea, sino en la cultura del país a través de una técnica propia creada por la coreógrafa, la cual sigue formando bailarines.
FONDOS PARA PRESERVAR EL LEGADO. “Se agradecen los homenajes que las instituciones han hecho a Guillermina Bravo —expresa Schecker a Crónica—, tanto en vida como después de su muerte, pero como ella misma decía ‘no me hagan homenajes, mejor denme recursos para sostener mi escuela’”.

En este sentido, el director del Conadaco asegura que el reto es mayor, pues el Cededac (centro establecido por Guillermina Bravo) trabaja “en números rojos y al día”, luego de que se dejaran de gestionar recursos de Conaculta y los que reciben del INBA en la actualidad son insuficientes.

“La repercusión de la situación afecta al personal que trabaja en el centro —continúa Schecker—, pues desde hace diez años los salarios no han podido aumentar y en especial los profesores no gozan de aumentos en sus sueldos”.


De los 30 profesores que conforman la plantilla académica del Conadaco, cinco plazas son comisionadas por el INBA, por lo que el resto están sujetas a los recursos que se pueden llegar a obtener mediante diferentes apoyos del Estado.
 
“Hasta el momento no hay reclamos mayúsculos de parte de los profesores, porque conocen la situación y demuestran compromiso, además de que muchos tienen otras actividades que les permiten ingresos; sin embargo no sé hasta dónde aguantarán, pues sí he oído quejas de algunos”, comenta Schecker.





RECURSOS. El sucesor de Guillermina Bravo en el Cenedac, explica que estos problemas devienen de los cambios en las políticas públicas y culturales que tiene el país, aunado a la modificación necesaria de la constitución jurídica del mismo centro en cuanto al decreto de creación.

“Somos una institución descentralizada, pero se necesita de la buena voluntad no sólo del Estado, sino de la Federación, para rehacer el decreto de creación que nos rige y firmar convenios encaminados a nuevas partidas presupuestales hacia el centro”, explica Orlando Schecker.  

Pero tampoco responsabiliza a las autoridades institucionales, pues dice que el INBA tiene voluntad con el trabajo desarrollado en el Cenedac; sin embargo, al intervenir la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como filtro para poder otorgar recursos, entonces no son tan fáciles los donativos y subsidios, mismos que ya desaparecieron para el campo de la cultura.

Este es el reto y la herencia administrativa que legó Guillermina Bravo al actual director, quien recuerda que los recursos de la Federación y el Estado estaban definidos por partes iguales, pero los cambios de políticas llevaron a un desequilibrio, cuya solución está en el incremento de la aportación federal, por lo menos. 




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