miércoles, 29 de abril de 2015

Módulo Danza Contemporánea y Nucleodanza compartieron su danzar en este primer festival de danza callejero Tonio Torres




Por: Roberto A. Valenciano Capín
 
 
Indudablemente siempre hay un gran detonador que incide en consolidar y apuntalar estas características única e infranqueables como es el respeto, el trabajo y este amor desmedido en este caso especifico hacia la danza, las cuales han logrado convocar  tanto a Módulo Danza Contemporánea como Nucleodanza para rendirle un sencillo pero amoroso tributo en vida con su danzar al Mtro. Tonio Torres, en este su Festival de danza callejera que se celebra desde el pasado 25 de Abril en plazas de esta capital potosina y algunos municipios.
 
Dos compañías dancísticas que comparten esta premisa de vivir para y con la danza, así como esta convicción de permanencia  y pertinencia  no solo dentro del quehacer creativo sino también formativo.
 
Al ser  Módulo danza contemporánea, dirigida y fundada desde 1986 por el Maestro Alejandro Schwartz quien inicia esta sesión dancística.
 
Una compañía es conocida por ser la principal exponente de Danza Contemporánea en Veracruz, realizando una constante labor de difusión de la cultura, haciendo danza con pasión y “contra viento y marea”, así como ha teniendo giras por varios Estados de la República Mexicana, el Distrito Federal y países como El Salvador, Guatemala y la Ciudad de Nueva York, participando en temporadas y en los Festivales más prestigiados.
 
Al ofrecer en esta tarde noche en la Plaza de San Juan de Dios ene esta capital potosino, Módulo danza contemporánea, un  programa integrado por estas experiencias de crear no solo una identidad sino también este sentido en cuanto a la construcción de un discurso que proviniera del cuerpo sin olvidar la razón.
 
Una tenencia de estas  vivencias en la creación de estas poéticas en movimiento que indudablemente con el tiempo ha servido para acompañar y dejarse acompañar por esta acción que es bailar.
 
Una noche que fue un deleite para todos aquellos afortunados de estar presentes y ser envueltos por la magia de este constructo del movimiento mismo, como sucedió inicialmente con esta grata alegoría a la danza misma, que emana por si misma con esta frescura en -Canción-. Esta elocuencia del movimiento, llena de esta sutileza y estas sensaciones y emociones demarcadas en una excelsa interpretación bajo esta pulsación creativa en - Lo hermoso que  fue- de Rogelio López.
 


Así como la gracia misma, gracias a este lenguaje gozosamente celebratorio que no solo se embelesa con este incesante fandango y esta alegoría de  lograr capturarte y tocarte bajo del  preciso arrebato en cuanto al manejo del espacio, del tiempo, de estas sensaciones y sin más involucrarte en hacerte esta cómplice de este delicioso sincretismo de  -De redes, mujeres y mares-.
 
-Reincidencias- obra de carácter, en donde logra y a la vez se percibe este perfecto diálogo entre lo dancístico,  gracias a esta fuerza expresiva  dialogado con esta consonancia con esta musicalidad hecha danza, aunado a esta meticulosidad y esta sutileza en cuanto a lo  interpretativo como en lo técnico que se desentraña en torno a esta infranqueable lucha  en relación al acceso a esta silla que siempre esta en juego, en donde se detenta el poder mismo. 
 



Y- Una metáfora contra el destino-. A partir de esta circunstancia propuesta del titulo de la coreografía. Una obra más de exigencia interpretativa que técnica, es trazada bajo esta infalible travesía de esta certidumbre/incertidumbre reinante en estos habitantes, existen  las posibles respuestas  que se van trazando y a la vez desdibujando en si mismas, a pesar de este anhelado y trazado destino manifiesto. 
  
Bailaron: Andrea Canul, Carmen del Valle, Diana Medina, Luz Cárdenas y Enrique Quiroz.

Nucleodanza, una de las compañías potosinas con más tradición en el estado. Fundada en 1984 por el Profr. Tonio Torres Hernández, originario de Rioverde, la fundó con el concepto sublime de ser nuevos generadores del arte de la danza, desde entonces a la fecha,  Nucleodanza  se ha preocupado siempre de mantener su entrenamiento, una vigencia coreográfica y bailarines profesionales, tanto que algunos de ellos han sido  invitados por compañías de renombre nacional e internacional.
 
Al ofrecer una triada de coreografías bajo el pulso creador de Josué Ramírez, Bárbara Alvarado y Tonio Torres.

Dieron inicio su presentación con un fragmento del work progress "Rubik" de Josué Ramírez. Un trazo   pulsado y sustentado en el cubismo a través de sus bailarines no solo logran proyectar sus líneas y colores, sino crear este potente diálogo con este caleidoscopio de formas e movimiento que dialogan constantemente con la arquitectura que circunda este proceso creativo, siempre bajo esta exposición de movimientos cadenciosos, pautados dentro de este sentido espacial y funcional.
 

 
Bajo esta potencialización del  soñar, imaginar, crear a pesar de las vorágines que se replican ante los estadios del estar y no estar en este proceso de la ensoñación, es lo que ofrece la coreografía - Y no dormir...sin soñar- de Bárbara Alvarado. En esta versión para calle se percibe más fluida, sostenido y con este despliegue de movimiento  dotado de gran fuerza, despliegue más  interpretativo que técnico, lleno de intenciones, tonos y  el manejo del espacio entre las diferentes conexiones relacionadas con este despliegue de estos estadios de ánimo.

Bailaron: Guadalupe Orellana, Francisco Torres, Mónica Aurora Salas, Josué Ramírez, Isis Chávez, Cristina Díaz,  Carolina Oliva y Elena Rico.  



E indudablemente una de las coreografías que da este hálito del estar y a la vez disfrutar del devenir de la danza que indudablemente ha marcado lo que es Nucleodanza, quienes se dieron a la tarea de hacer la reposición de la coreografía -La vida- del Maestro. Tonio Torres.



Un allegro en toda la extensión de la palabra de esta obra de carácter. Una composición armónica en cuanto a su estructura coreográfica como de movimiento y esta exigencia técnica, al ser replicada por los interpretes en un diálogo corpóreo singular que tiene esta cualidad de mostrar este discurso con tal puntualidad que refleja esta lucha ante situaciones extremas que van desde el posible encuentro/desencuentro, la ausencia, el anhelo/solidaridad siempre presente junto con esta constante lucha de permanencia que en momentos hace presente en esta fragilidad que somos como seres humanos

Es importante resaltar y destacar la participación  de los bailarines que fueron parte de aquella primera vez y que se unieron para bailar esta reposición, ellos son: Angustias Lucio, Guadalupe Orellana, Francisco Torres y Mónica Betancourt, quienes fueron acompañados en esta reposición por los bailarines: Monica Aurora Salas, Isis Chávez, Nayeli Torres, Cristina Díaz,  Carolina Oliva, Elena Rico y Josué Ramírez.  
 


Ante una fecha imprecisa de cuando se bailo por primera vez en un Festival de danza callejera. Bailaron en ese entonces: Guadalupe Orellana, Francisco Torres, Martín Alvarado, Angustias Lucio, Hilda Bojórquez, Laura Huízar, Laura Guevara, Ramón Castillo (+) y Tonio Torres.
 
 Y de esta manera finalizar con una bella noche de danza que se caracterizo por reafirmar el amor,   su constancia, su compromiso y honestidad que les ha dado la danza a estas decanas compañías de danza, quienes compartieron sin cortapisas su visión de este mundo a través de la danza, como puntualmente da titulo a una coreografía del Mtro. Schwartz, simplemente son una metáfora contra el destino.
 
Gracias, Módulo danza contemporánea del Mtro. Alejandro Schwartz y Nucleodanza de la Mtra. Guadalupe Orellana por su danzar.

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