lunes, 16 de mayo de 2016

Un tributo escénico: "Hoy, Shakespeare" en la Noche del Museo. Federico Silva. Escultura Contemporanea



Fotografía: Cortesía de Franco Vega

Por: Roberto A. Valenciano Capín


Indudablemente no solamente es esta evocación lo que se disfruto, sino más bien es este tributo abierto a este gran genio intemporal  y por tanto universal a través del monologo "Hoy, Shakespeare", gracias al experimentado actor queretano, Franco Vega, en la tercera sesión de Noche de Museo en el Federico Silva. Escultura Contemporánea.




Un monologo que es abordado desde esta brillante entrega , gracias a una solida estructura narrativa y escenica,  al hacer hincapie en esta riqueza en la forma de expresarlo, gracias a un acertado manejo escenico,  el lenguaje verbal como del lenguaje corporal corren paralelamente, en conjuncion con esta riqueza de elementos: titeres de vara y de mano, un bello y funcional teatrino, estas bellas sepulturas y excelso vestuario.



En donde este consumado y reconocido actor queretano,  ha tenido el gusto de compartir varios trabajos escenicos por estas tierras potosinas, como lo han sido: Macbeth, Picasso y ahora con la obra -Hoy Shakespeare-.




A partir de esta reflexión: " si soy o no soy el autor de las comedias, mi vida podría quedarse simplemente en... la leyenda. En la historia, mi presencia es tan enigmática y oscura, como el mito que lo es ". Es así como esta representación transita por este sumario, va entretejiendo con la puntualidad de esta mente brillante, remarcado por esta actual radiografía de la naturaleza humana, gracias a su pluma hecha obras.




Vestido a la usanza de la epoca,  nos remite no sólo a  sus orígenes en  Stratford, la ciudad donde nació Shakespeare sino también nos remite a esta geografia creativa y por aborda tema cómo  la rudeza, la sutilidad del amor, el fuego, la lealtad, en conjunción de un puñado de paisajes, lugares y rostros que dejaron indeleble huella, no sólo en su memoria sino también en su obra.



Bajo este  esplendor de la era Isabelina,  se despliega  esta travesia a partir de esta sobria y transformada Reina Virgen con su vestido bordado en perlas y con el cuello tan alto que formaba un resplandor, coronada con una tiara de diamantes.




"Yo mismo fui mis personajes " comenta el mismisimo Shakespeare,  para asi desplegar todo este imaginario que converge entorno a esta naturaleza humana, como lo hizo con  Romeo y Julieta, representado por esta famosa escena del balcón, gracias a una divertida representación a partir de dos pequeños títeres.



O que decir de estas cenizas derivados de estos fallidos intentos escriturales, para servirle en pintar su cara de negro y por tanto, convirtirse en este celoso Otelo, al ser representado con la escena primera del segundo acto de dicha obra.




Que decir de estas dos alegres amigas de Windsor, que entre sus inquiriencias y maldades logran  entorpecer la vida llena de esta orondez y acendrada bohemia del Falsfaff.




Aquellos tres pedazos de hojas de papel que dan vida a estas brujas que participan en este evocativo aquelarre y con esto dar inicio  a este Macbeth, o esta Noche de Epifania o simplemente esta noche de Verano, al evocar cada una de ellas a  través de este pequeño cementerio, con su pequeña tumba y su respectiva lámpara.




Una obra que cautiva, involucra al espectador por este puntual recorrido de su imaginario a traves de sus obras y de esta  inocencia pérdida a sus 52 años, quien se dedica por tanto a escribir su última obra, sus sonetos.



"De ahí que siempre se anhela esos momentos en que se pueda gratificar los sentidos y la sensibilidad".



Una noche que se agradec  por este hecho escénico, no solo en disfrutarlo  de otra manera, sino tambien de esta complicidad con este genio de Stratford, para reconocer y revelar de forma conjunta,  esta realidad universal de todos los tiempos, de la que no somos ajenas, sino, muy al contrario, sus protagonistas de estas delirantes pasiones humanas.

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