sábado, 24 de septiembre de 2016

"La danza es un acto social para compartir sentimientos ": Isabel Beteta





 Por:  Antonio Díaz

“La danza es compartir una vivencia, una experiencia, crear comunidad. Es un ritual y la forma que elegí para mi vida es la danza contemporánea, esta danza convierte al escenario en un espacio sagrado, donde todo se vuelve comunidad y tú ofreces lo mejor de ti”, dijo la bailarina Isabel Beteta, tras recibir la Medalla Bellas Artes 2016 por su trayectoria y aportes a la cultura nacional.



La también coreógrafa señaló que la danza es un acto social, en el que, de manera automática, compartes un sentimiento a través de movimientos: “La danza es compartir sea en fiestas, en rituales o en el teatro, que finalmente también es un ritual”.



El máximo reconocimiento que entrega el Instituto Nacional de Bellas Artes le fue entregado el martes en el Teatro de la Danza, del Centro Cultural del Bosque, evento en el que habló de las bondades que le ha dado el arte al que se dedica.



“Lo que la danza me ha dado, más allá de la disciplina o el aprender a trabajar y crear en equipo, un resbalón aquí y allá, y antes que eso, es sobre todo una manera de vivir, es mi vida. Lo más importante, es el medio que me ha permitido conocerme a mí misma profundamente, particularmente con la ayuda del cuerpo”, comentó.



Isabel Beteta es egresada de la licenciatura en Historia del Arte, Literatura Francesa y Artes Plásticas, por la Universidad de Rice, en Houston, Estados Unidos, y durante el evento indicó que “del producto estético siempre se puede hablar, opinar o buscar la perfección, que finalmente es algo que no existe, pero es una utopía a la que se desea llegar”.



La danza es una disciplina que le permitió a Isabel Beteta tener un contacto más cercano con su persona. “Pude conocerme a través del cuerpo, de darme cuenta y confirmar que sólo somos eso, cuerpo, que siente para construir una forma de comunicar, lo que es ese cuerpo que siente para construir una forma que comunica a otros cuerpos, y que para hacer eso, lo hace a través de un lenguaje pre verbal”.



Señaló que la disciplina a la que se dedica tiene la virtud de ser universal, y reconoció que la danza sí se vale de unidades lingüísticas vernales: “Las coreografías se construyen con la utilización de raciocinio y la palabra, pero finalmente la palabra, en mi opinión, desvirtúa la emoción. Y finalmente es el lenguaje del alma que está en la danza, de eso que no se puede poner en palabras”.



Isabel Beteta es directora de Némian Danza Escénica, compañía que se caracteriza realizar obras con una propuesta estética en la utilizan objetos y el cuerpo para dibujar imágenes, siendo éste último “el vehículo del que somos individual y colectivamente, y la danza es el lenguaje más completo de lo que somos como seres humanos”, finalizó.



Como parte de la ceremonia, presentaron La Caída y Tiempo Largo, de Rosario Verea e Isabel Beteta respectivamente, en las que se deja ver la influencia de la corriente surrealista en las que se ven la utilización de telas, aros y telas; acompañados de una mezcla de ritmos musicales como la propuesta de Akira Miyagawa’s, en la que combinó la Quinta Sinfonía, de Beethoven, y el Mambo No. 5, de Dámaso Pérez Prado.



El galardón lo entregó Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general de Bellas Artes, no sin antes presentar un video en el que personajes como Evangelina Osio, Laura Rocha, Guillermo Maldonado, Rosario Manzanos y Cora Flores hablaron de la trayectoria, personaje y virtudes de la coreógrafa Isabel Beteta.

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