miércoles, 14 de septiembre de 2016

"Memoria y Sentido" del escultor japonés Hiroyuki Okumura expone en el Museo Federico Silva





En el Museo Federico Silva de Escultura Contemporánea, se inauguró la exposición Memoria y Sentido, un trabajo del artista japonés Hiroyuki Okumura, nacido en Kanasawa, Japón en 1963, y radicado en Xalapa, Veracruz desde 1989.



Con más de 60 exposiciones individuales y colectivas, además de realizar obra pública para importantes instituciones educativas, culturales y privadas, Hiroyuki ha encontrado una definición para su diálogo constante con la materia.



"Crecí observando monumentos funerarios de piedra, de diversos tamaños y formas, múltiples pero formando un solo cuerpo complejo. Yo sentía la fuerza que contiene la piedra, una energía que trataba de decirme algo, que generaba simpatía y miedo al mismo tiempo. Entendí que las piedras guardan memorias antiguas. Y fue algo natural, aprender a dialogar con esas memorias. Los grandes espacios arqueológicos, las piedras gigantes de los monumentos antiguos tienen mensajes que me invitan a crear. En Japón tuve mi primer encuentro con la piedra y después encontré el 'tiempo mexicano' y 'la espontaneidad', riquezas de este país que me llenaron de alegría y me guiaron por el camino de la escultura. La abundancia del tiempo mexicano fluye con tranquilidad, me siento renovado y acostumbrado al ritmo y estilo de vida en México", dijo Okumura.



La maestra Miriam Kaiser, ex directora del Museo de Palacio de Bellas Artes y promotora del quehacer museístico en el país, ha definido la obra de Hiroyuki como: "el respeto profundo a los materiales pétreos que Hiroyuki rompe para recomponer, para hacernos ver, mediante el objeto terminado, algo que la piedra guardaba".



El público podrá presenciar obras de gran minuciosidad artística que “comparten” con la cultura prehispánica y de oriente, una profunda semejanza visual. El imaginario de Hiroyuki nos lleva al paisaje que comprende una piedra circular atravesada en su centro por una rama seca, y brinda nuevas perspectivas a mitos del pasado mexicano con obras como El Quinto Sol, la Quinta Era que estamos viviendo actualmente según la cosmogonía azteca.



Para el Dr. Luis Ignacio Sáinz, investigador artístico, la obra de Hiroyuki acecha las voces de la naturaleza, la tersura de sus composiciones armoniza sensualidad, respeto a la tradición, meditación, espiritualidad, innovación, disipación. Se deleita en exhumar las energías contenidas en los elementos que utiliza y devasta.



También se pueden presenciar obras que representan la paz, la solemnidad de los jardines zen. Litoesculturas que hacen homenaje al trabajo de la naturaleza durante millones de años de erosión y composición estética, perceptible al ojo crítico humano.



Durante el recorrido Hiroyuki explicó al público asistente cómo un grupo de rocas son colocadas sobre una olla metálica, al centro de un jardín, para esperar el paso del agua de lluvia y crear una armonía musical con el entorno. Un detalle sólo perceptible cuando se logra un estado de meditación y relajación.



Mención aparte merece el trabajo de Aldo Arellano Paredes, museógrafo que logra comulgar con la obra de Hiroyuki para otorgar al público asistente espacios abiertos de amplio recorrido que permiten admirar y fotografiar las esculturas desde cualquier ángulo sin perder la perspectiva de un entorno que casi se vuelve escenario teatral o un paisaje surreal.



También se llega a espacios reducidos en los que el espectador se aproxima a obras de pequeño formato que han sido acompañadas con iluminación directa y tenue, como enfocar en un microscopio electrónico cada piedra, desaparece todo alrededor y lo único que puede ser contemplado es la obra artística de Hiroyuki.



Durante el recorrido inaugural Hiroyuki Okumura estuvo acompañado por  el secretario de Cultura de Gobierno del Estado, Armando Herrera Silva; el director del Museo Federico Silva, Enrique Villa Ramírez; el investigador, Luis Ignacio Sáinz; la ex directora del Museo de Palacio de Bellas Artes, Miriam Kaiser; y la Doctora en Historia del Arte, María Teresa Favela Fierro.



Enrique Villa, director del Museo Federico Silva, se mostró complacido con la asistencia del público a esta inauguración de la que dijo: sin la gente interesada en el quehacer artístico y cultural, este museo no existiría.



Todo el esfuerzo de gestión, curaduría y museografía se realizan para que el público potosino y los visitantes disfruten de una exposición como esta, que podemos presumir, nos pone a la vanguardia en exposiciones de escultura contemporánea en el país.



Enrique Villa recordó que la exposición Memoria y Sentido de Hiroyuki Okumura se estará exhibiendo hasta enero del próximo año, y aprovechó para informar que el próximo jueves 13 de octubre, la especialista del Centro de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas, María Teresa Favela Fierro, presentará en el Museo Federico Silva el libro El misticismo de los escultores japoneses en México, un estudio sobre cuatro escultores herederos de una cosmovisión tradicional y posiciones filosóficas como el budismo zen, el wabisabi o el shibui, producciones artísticas basadas en simplicidad y descubrimiento de la belleza esencial, la estética de las cosas familiares y la coincidencia de haber desarrollado en México parte importante de su producción artística. La pregunta que hace María Teresa Favela es: ¿por qué a los escultores japoneses les atrae la cultura mexicana, en particular la escultura mesoamericana? El texto de la investigadora, especialista en historia del arte por la Universidad Nacional Autónoma de México revisa el trabajo de Kiyoshi Takahashi, Sukemitsu Kaminaga, Kiyoto Ota y el propio Hiroyuki Okumura.

No hay comentarios: