sábado, 24 de junio de 2017

Juan Reynoso, el "-Paganini de Tierra Caliente"




De origen humilde, el “Paganini de Tierra Caliente”, el violinista guerrerense Juan Reynoso, genio del son, gusto, vals, marcha, paso doble y música funeraria de la región, ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 1997, nació hace 105 años, el 24 de junio de 1912.



Para Raúl Eduardo González Hernández, especialista en literatura mexicana y música tradicional calentana, “a don Juan se le tiene presente como una de las figuras más importantes de la región del Río Balsas, porque conoció el repertorio de la música de la Tierra Caliente a profundidad”.



De acuerdo con datos de su vida, reunidas en publicaciones como “Homenaje a Juan Reynoso” (2004), nació en Santo Domingo, Coyuca de Catalán, Guerrero, donde se crió a la escucha de sones, gustos, valses, marchas, foxtrot y pasos dobles, géneros tradicionales de la región del Río Balsas.



Su padre, Felipe Reynoso Betancourt, recibió la recomendación de pobladores de que le comprará un violín de verdad, después de que lo escucharan tocar piezas como “Paloma blanca” y “La cucaracha” en uno de juguete y a escondidas de su progenitor cuando tenía apenas seis años.



Al llegar a la primera década de vida, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Cultura Federal, su repertorio se había ampliado y era requerido para tocar en compromisos sociales y políticos, y la gente mayor le pagaba para que les tocara sones y gustos.



En esta etapa se hizo discípulo de J. Isaías Salmerón, compositor y violinista considerado un virtuoso de la música calentana, quien lo llamó “El guachito de Santo Domingo”, y fue tal el aprendizaje que obtuvo que llegó a alcanzar el nivel de su maestro.



Igual que su mentor, don Juan Reynoso se empeñó en enseñar a los jóvenes que se le acercaban el secreto de su música, entre los que destaca don Serafín Ibarra, quien todavía de hoy sigue preservando el legado de su maestro.



Al aclarar que el sobrenombre del “Paganini de Tierra Caliente” se le puso para popularizar su nombre, González Hernández destacó que “don Juan Reynoso aportó, en varias composiciones propias, un estilo de ejecución del violín único.



“Su violín tenía un sonido muy peculiar: les daba un giro muy dulce, muy virtuoso, muy exquisito a sus melodías. También tenía mucho vigor para tocar la música bailable: él solo lograba tocar dos cuerdas a la vez (es decir, hacía a dos varas las dos voces del violín)”, enfatizó.



El experto, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, destacó el virtuosismo del músico guerrerense y su memoria privilegiada, ya que en sus últimos años de vida logró evocar un vasto repertorio que resumía dos siglos de historia musical de Tierra Caliente.



Al subrayar que dominó como pocos los géneros bailables de su región, como sones, gustos, vals, marchas y pasos dobles, lo mismo que la música funeraria de la región”, lo definió como “un músico legendario y su nombre está a la altura de Juan Bartolo Tavira y de Isaías Salmerón”,.


Autor de una treintena de composiciones y objeto de estudio y grabación del especalista estadounidense Paul Anastasio, el violinista Juan Reynoso tocó música tradicional calentana hasta el día de su muerte, el 18 de enero de 2007, en Michoacán.

NTX/RML

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