sábado, 3 de marzo de 2018

Una noche con "Los secretos de mi tierra" de la narradora oral Violeta Ramírez

                                               Fotografías: Cortesía de Foro de las Palabras. 

Por: Roberto A. Valenciano Capín

Una noche no solo de encuentro o Deja Vu, sino más bien de este trenzar/contar/cantar historias, bajo la voz de la narradora oral Violeta Ramírez quien presentó " Los secretos de mi tierra" en el Foro de las Palabras  y al grupo de narración Huella México.

Como antesala, la cuentera guanajuatense Ame Lara compartió- Respira hondo-, quien forma parte de Huella México.

En su primera visita a esta capital potosina fue entretejiendo esta narradora oral bajo este hálito de no solo recordar sino reconocer a esta legión de mujeres, las abuelas. 

Como cuenta -Que entren a mi casa como hermanas..." y es así como fuimos invitados a esta noche de cuentería, entre esta magia, a través de estos hilos que es ya parte de la historia que estamos escribiendo juntos.

" Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer es trenzarse el cabello y no podría llegar hasta el resto del cuerpo,  había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera a los ojos pues los haría llover". Es como se da inicio a esta puntual narración de- Trenzar en mi tristeza- 

Para continuar  y a la vez no solo apelar al sentir, sino el emocionarte y no olvidarte de tu fragilidad al quedar expuesto tanto en - el Cabello de mi abuela- y -Madre telar/Madre Rebozo -, en donde tanto como la secrecía es el instante, como este amor incondicional, en donde la sutileza/fragilidad se conjugan con estas historias  íntimas y conmovedoras que te atrapan.


Bajo este mismo temple se suscita y convoca -Entre las nubes de Copal y Niebla-, por cierto, todas estas son historias/cuentos de Paola Klug, quien estuvo presente a invitación de Violeta Ramírez y compartió un poco de lo que es su más reciente libro-Relatos de Brujas Morenas-, y terminar esta noche de Cuentería con- Cuento de Deja Vu- de la cuentista argentina, Maríta Voltzalceu.

Violeta no solo hace que se extienda el imaginario de una forma tan puntual sino también incide en que estas historias se amalgamen y queden indisolublemente unidas en nuestra memoria.

Indudablemente.... "cada vez que ríe, que llora, que duerme o que despierta yo tomo una pizca de mi amor por él y una pizca de su amor por mi y las coloco en los chiquihuites. La magia de la gran madre águila hace el resto".

Así como esta madre águila nos platica Violeta Ramírez que todos tenemos esta herencia de cuentacuentos, "pero pocos la explotamos", al acotar que "hay gente que nace con ciertas habilidades, con chispa y energía, pero también creo que ahí gente que no tiene conocimiento de hasta donde puede llegar, por miedo. Por eso creo que cualquiera puede ser cuentacuentos". 

Ya que un cuentacuentos es "un poseedor de la palabra pero también es un promotor de la palabra. Yo creo mucho en la palabra, yo creo que la palabra es muy poderosa, la palabra construye, la palabra destruye, una palabra tan sencilla, amor, una palabra que envuelve muchísimas cosas y todo esto lo envuelve en una palabra.

Así como reconoce que un cuentacuentos tiene que ser muy responsable, "al ser precisos y como somos poseedores de la palabra, pues con la gente conque nos encontramos en el camino esta esperando palabras de nosotros".

De ahí que este su camino se entrelaza con esta vocación poética de la palabra, dijo. " Yo creo que a mí me atrapo por ahí, la poesía de cada una de las palabras". 

Quien también acota: "Un actor siempre te va a representar a un personaje, un narrador te va presentar a los personajes. De ahí que un actor en escena ya no te da esta oportunidad de imaginar, porque ya esta representando. Un narrador te da la oportunidad de que tú te imagines a la Caperucita Roja que quieras, lo único que se te da explicito es la caperuza roja que lleva la niña; pero tú puedes imaginar una niña rubia, trigueña, oscura, chaparrita, gordita, alta no sé, pero puedes imaginar, el poder de imaginar, de crear y eso te lo da la narración oral".



De ahí que a esta sempiterna mujer sonriente el contar cuentos le ha cambiado la vida definitivamente. "Tengo quince años de contar cuentos de manera profesional. Cuando entre a este mundo de la narración oral descubrí desde niña que había sido cuentera, mi mamá me decía que yo tenia un diario y que una vez cometió el error -acota, no lo hagan- de leer mi diario, y se dio cuenta que yo vivía en un mundo de fantasía y desde ahí escribí cuentos, ahora leo cuentos, escribo cuentos y cuento cuentos".

Reconoció que la cuenterÍa no desaparece porque es parte de nuestra tradición, " nosotros por la vida vamos contando, contando chismes, contando chistes, contando historias, nuestras propias historias, la de otros, las que están escritas, las que escuchas, me refiero a lo que escuchas en la calle, de los abuelos, a mi abuela me contaba cuentos, me sentaba abajo de un árbol o sentada afuera de la cocina, los olores, huelo la albahaca, el tomillo y me lleva a las historias de mi abuela, ni siquiera me lleva a su cocina sino me lleva a la palabra, a lo que ella compartía conmigo, entonces creo que no desaparece sino al contrario esta super actual y creo que los seres humanos fuéramos hombres y mujeres de palabras, las guerras terminarían, segura estoy".  

Así como invitarles al taller "Jugando con las palabras" que ofrecerá esta sábado 3 y domingo 4 de Marzo en el Foro. Organización Artística (Comonfort # 550. Entre  Zaragoza y 5 de Mayo. Centro Histórico).

Es un taller que se promueve para padres de familia, promotores de lectura, bibliotecarios, actores y cuantacuentos, el cual les brindara las herramientas al ama de casa de que ya no le diga no a los nenes, les va a brindar las herramientas para que no le grite ni le regañe a su hijo sino con las palabras pueda hacer todo mas divertido, ameno y tranquilo, igual le puede servir a un bibliotecario que va a conocer textos y textos que ya existen, porque tenemos el libro, lo leemos y no saben que hacer mas con él, cuando le podemos sacar un montón de provecho para la gente que compartimos. Sustentado en una metodología llamada - Jugando con palabras- a través de un libro titulado- trabalebrijes- que forma parte del proyecto Leemos que se realiza en Oaxaca, de la cual forma parte desde hace dos años.

Más informes del taller al comunicarse e inscripciones al: 444 213 2633 y a: https://goo.gl/forms/fyCZwx5kr7La3pR63.


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